En el marco de la sesión “Retos y oportunidades de futuro para el tejido empresarial”, organizada por la Cámara de Comercio de Sabadell bajo las comisiones de Empresa y Comercio, el director general del Grupo Bon Preu, Joan Font, ha expuesto el modelo de crecimiento y valores de la empresa catalana, así como sus cifras de inversión y estrategias de futuro.

Font ha destacado que, solo en el último año, Bon Preu ha invertido 120 millones de euros, con una inversión acumulada de 1.000 millones en los últimos ocho años. “Estamos muy satisfechos con nuestra implantación en el territorio, especialmente en la zona del Vallès, donde los datos de ventas son muy positivos y nos situamos entre las diez primeras empresas del sector”, ha señalado.

Un modelo propio y arraigado al territorio
El directivo ha defendido un modelo comercial basado en la diferenciación y la escucha activa del consumidor, alejado del discurso puramente centrado en el precio: “Competir solo por precio es un error. Hemos querido alejarnos del modelo de los discounters y apostar por la calidad, el servicio y el producto fresco”. Bon Preu colabora con fabricantes de referencia y apuesta por la innovación, la proximidad y el producto de kilómetro cero como ejes estratégicos.

También ha subrayado que la empresa reinvierte en la mejora continua del servicio: “La rentabilidad y el compromiso social no son incompatibles. Si la ciudadanía nos dice que tirar comida es un pecado, encontraremos la forma de aprovecharla”.

Asimismo, ha matizado que el producto ecológico mantiene su presencia, pese a una desaceleración en su crecimiento: “Hay que saber qué valor añadido ofrece realmente cada producto ecológico y por qué el consumidor estaría dispuesto a pagar más por él”.

Conocimiento del cliente y digitalización
Con más de 1,4 millones de clientes con tarjeta de fidelización, Bon Preu dispone de una base de datos muy potente que le permite conocer hábitos, perfiles y preferencias de compra. “Tenemos la capacidad de saber qué clientes han dejado de comprarnos y por qué. Eso nos permite aplicar inteligencia y estrategia para optimizar inversiones y promociones”, ha explicado Font.

Compromiso con el talento y nuevos servicios
El director general también ha hecho hincapié en la importancia del talento y la creciente dificultad para cubrir puestos de trabajo como carniceros o pescaderos. “El volumen comercial no lo es todo; los resultados se consiguen gracias al talento de las personas que se sienten implicadas y reconocidas”.

Paralelamente a la actividad alimentaria, Bon Preu apuesta por servicios como las gasolineras (con más de 25 años de experiencia) y, más recientemente, una red eléctrica propia, que ya cuenta con 60.000 hogares conectados. “Ahora no genera beneficios, pero será un servicio clave en el futuro, donde tenemos la voluntad de ofrecer franjas horarias a coste cero. El objetivo es que nuestros clientes de alimentación también confíen en nosotros para el suministro eléctrico”, ha concluido Font.

Un modelo que escucha y se adapta
El máximo responsable de Bon Preu ha querido marcar distancias con el modelo de los hipermercados tradicionales, que considera en retroceso: “Los grandes centros comerciales tienen los días contados. Nosotros apostamos por supermercados eficientes, de unos 1.500 m², que ofrecen una mejor selección de productos en menos espacio”. Según Font, más del 50% de la facturación del grupo proviene de este formato, que prioriza la proximidad, la calidad y el conocimiento del cliente.

En cuanto a los establecimientos Esclat, Font ha aclarado que tienen un enfoque propio: “Nuestra apuesta no es seguir el modelo de otros discounters, sino que ofrecemos una propuesta diferenciada con más variedad de productos y servicios, más allá de la alimentación”. Ha añadido que el segmento del producto fresco, especialmente la carnicería, continúa creciendo desde hace tres años y que el modelo de formatos pequeños y adaptados a hogares más reducidos es una tendencia consolidada.

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