Barcelona, ​​28 de enero de 2020.- Las 13 cámaras de comercio catalanas quieren mostrar toda su solidaridad con las familias, empresas y entidades directamente afectadas por las graves consecuencias de la borrasca Gloria. Una catástrofe que pide reflexión sobre cuál es el modelo económico de país.

La 1ª Cumbre Catalana de Acción Climática puso de manifiesto la necesidad de impulsar políticas de mitigación y adaptación al cambio climático. En este sentido, las cámaras reclaman un nuevo modelo económico con una nueva ordenación del territorio, descentralizado y distribuido. La automatización, la conectividad y la digitalización de la movilidad multimodal deberían ser la base de este nuevo modelo.

En consecuencia, será necesario adaptar las redes de transporte para facilitar la movilidad sostenible y la reducción de la congestión y la contaminación.

Hay que apostar por un nuevo modelo de movilidad de infraestructuras, que incentive la movilidad activa de las personas y la reducción de las emisiones de los gases de efecto invernadero del transporte motorizado, con medidas como el impulso a las infraestructuras de transporte público metropolitano ( muy especialmente Cercanías), la mejora de las condiciones de circulación del transporte público en superficie, la construcción de los nuevos accesos ferroviarios al Puerto de Barcelona (incluidos en el Corredor Mediterráneo), la jerarquización de la red viaria o el aumento de estaciones de intercambio modal.

Las Cámaras recuerdan que una nueva ordenación del territorio y de los flujos económicos deben ir acompañados de políticas de inversiones que garanticen unas buenas telecomunicaciones, con cobertura y acceso a datos, por tanto, fibra óptica y 5G.

Políticas y planes de ayudas económicas a las empresas afectadas.

Ante los efectos devastadores del Gloria, las 13 cámaras catalanas piden que se activen políticas y planes de ayudas económicas a las empresas afectadas, y la agilización de las obras de rehabilitación.

El impacto del temporal ha puesto de manifiesto la necesidad de inversión urgente en un plan que adapte las infraestructuras críticas necesarias para hacer frente a los fenómenos meteorológicos extremos y los requerimientos propios del incremento del nivel del mar, así como avancen a las olas de calor en verano.

Estas afectaciones no se concentran sólo en el litoral, sino que se extienden al conjunto del territorio. En este sentido, hay que recordar que tras la DANA, que afectó a las comarcas de Lleida y Tarragona a finales del pasado mes de octubre, la línea ferroviaria entre la Espluga de Francolí y Lleida, que en condiciones normales da servicio a los tráficos de mercancías entre los puertos de Barcelona y Tarragona y el resto de la península, quedó cortada y no se prevé su reposición hasta el mes de mayo, más de medio año después, con unas actuaciones de emergencia presupuestadas en más de 28 millones de euros.

Las cámaras, como representantes de las empresas en todo el territorio, proponen reunir los sectores afectados por captar las necesidades de cada comarca y contribuir a hacer de altavoces de las necesidades y las soluciones a los diferentes problemas climáticos, hidrográficos y de comunicaciones.